'Un monje le pregunta al maestro Josshu:
- ¿El perro tiene la naturaleza de Buda?
Josshu respondió: 'no'.
En chino: 'mu'.
El perro murió hace mucho tiempo, pero la respuesta del maestro Josshu permanece.
Felizmente, esta historia fue escrita en chino. Si la respuesta hubiese sido solamente: 'no', no hubiera sido tan célebre. Pero 'mu' en chino, y especialmente el 'mu' pronunciado por Josshu, significa mucho más que no, si bien significa igualmente 'no'.
'No' es una de las primeras palabras que los padres enseñan a sus hijos y que los niños aprenden a pronunciar. Es una palabra que uno no comprende cuando es bebé. '¡No! ¡No toques eso!' ¿Por qué?
'¿Me amas? No. Mu.'
Nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestra existencia, están llenas de estas contradicciones. No fueron inventadas por los maestros para hacer jueguitos de palabras. Estas contradicciones son llamadas puertas. Y a las cerraduras de estas puertas, para seguir con la imagen, se tiene la costumbre de llamarlas koan. Los koan fueron utilizados por todos los maestros, no sólo por los maestros rinzai. Los koan están constituidos por nuestros propios límites, no fueron los maestros quienes los inventaron, fueron los seres humanos. Cada ser humano se ha encerrado en espacios de conciencia imaginarios de los que sólo puede salir atravesando un umbral. Si permanecen siempre en una posición fija, si tienen ustedes una elevada opinión de ustedes mismos, no podrán nunca salir de su propio espacio.
El maestro Munmon, o Unmon, o Unmen (según la pronunciación), dice con respecto a este koan de Josshu: 'Si usted pretende querer practicar el zen, es imperativo que pase a través de las barreras de sus propios límites. Si quiere usted realizar algo, es fundamental que corte la raíz de su propio espíritu. Si no logran cortar esta raíz, van a permanecer como fantasmas.'
¿Cuál es esta famosa barrera, ese umbral que uno debe pasar? Es sólo comprender el significado profundo de este 'mu'.
Kosen