lunes, 15 de diciembre de 2008

LA LARGA NOCHE DE DICIEMBRE


Casi al borde de la muerte, el joven abrió los ojos y observó mientras la pastora de un rebaño de ovejas que pastaba en las cercanías, se acercaba con una jarra de leche con arroz. Ella había notado su alarmante estado de desnutrición, su esquelético cuerpo cubierto de pelo enmarañado, empastado de tierra y lodo, y su compasión la inspiro a tratar de ayudarlo. La energía que sintió al beber el liquido le dió la certidumbre de que esa no era la vía para lograr su empeño de liberación.
Luego, lentamente y arrastrando los pies, como si le pesaran, se dirigió al río que pasaba a unos kilómetros de donde había estado realizando sus prácticas ascéticas, y lentamente se deslizó en las frías aguas, pasándose las manos por el rostro y viendo el mundo como si fuera por primera vez, Frente a el se deslizó una pequeña embarcación llevando unos músicos, uno de los cuales decía, refiriéndose a una cítara que un compañero sostenía: “Si las cuerdas están flojas no sonarán, si están demasiado tensas se romperán”.
Esta frase le dió al joven la clave que necesitaba. Se trataba de negar los extremos, nada de nihilismo ni creencia en la eternidad, lo correcto sería el sendero medio entre los extremos.
Luego penetró en la jungla y seleccionó un árbol frondoso con grandes raíces. Allí preparó un asiento con trozos de grama y se sentó a observar sus pensamientos tratando de llegar al punto de dejar caer su mente y su cuerpo, jurando que no se levantaría de allí sin haber derribado las barreras de su directa comprensión de los secretos de la vida y la muerte.
Rápidamente el día soleado se convirtió en oscuridad, la noche sería larga. Las fuerzas de su propia mente en lucha con el proyecto de liberación comenzaron a proyectar visiones tratando de manipularlo, buscando las formas más eficaces para desviarlo de su curso. Se utilizó el arma más eficaz, la lujuria: jóvenes sensuales lo rodearon moviendo sus caderas al ritmo de una misteriosa melodía. Luego se cansaron y abandonaron. Después, el otro medio certero con que la mente suele lograr sus objetivos: el terror. Se produjo un enorme elefante enfurecido que parecía listo para pisotearlo. Esto también pasó. Luego, otro estilo de temor muy eficaz: hombres armados avanzaron sobre el con lanzas y flechas en llamas.
Nada pudo romper el firme propósito de ese hombre.
La noche avanzó, y aparecieron diferentes estados que señalaban que la mente del hombre se abría y trascendía siempre más. Pudo observar sus vidas pasadas. Luego comprendió el significado de la vida y la muerte. Llegó a comprender con claridad las cosas como verdaderamente son, en toda su trascendente y maravillosa realidad.
Frente a él, la madrugada, el cielo se aclaró con el crepúsculo, y de repente, frente a sus clarividentes ojos, cual brillante perla…¡Venus!

viernes, 5 de diciembre de 2008

EL VACIO (SUNYATA)

“La forma es vacío y el vacío es forma”: Nos dice el Sutra Prajna Paramita Hridaya, el llamado “Sutra del Corazón”, el texto budista mas profundo y difícil. Este sutra (enseñanzas de Sakiamuni, llamado “el Buda”, el despierto) forma parte del ciclo Mahayana del budismo que se dice representa las enseñanzas mas altas de Buda. La escuela budista llamada “zen“, o “chan” forma parte de la escuela Mahayana o gran vehiculo. El zen, que es famoso por no “creer” en nada, sostiene la realidad del Sunyata y sus practicantes recitan el sutra del Corazón diariamente, a veces más de una vez. Podríamos decir que esta enseñanza es la base del zen.
¿Que es, entonces, el vacío? Difícil pregunta y difícil respuesta. Esa copa que vemos allí “esta” vacía y “es” vacía. ¿Cómo así? Pongamos que esté vacía, pero ¿realmente está vacía? No realmente, esta llena de aire, luz, radiaciones, gases, etc. Luego nunca esta vacía. Pero tiene una forma. Una forma que depende del punto de vista desde el cual la miramos, ya que dos personas nunca ven la misma copa, cada uno ve “su” copa, según el ángulo, la luz que le cae, el brillo de su superficie, el estado de nuestros ojos, etc. Inclusive el mundo es diferente para cada ser humano y animal. Cada cual tiene “su” mundo según su punto de vista, cultura, experiencias, inteligencia, etc.
Vacío significa falta de esencia inherente, o permanente, o “realidad ultima”. Nuestra mente nos acostumbra a ver el mundo como algo 100% existente “de su lado”, independiente de mí. Esta allí, estuvo allí antes y estará después de mí. Pensamos que las cosas son permanentes e independientes entre sí.
El “despertar” es el despertar a la realidad de que esto no es así. Ver las cosas de otra manera, ver las cosas como son. Ver que cada uno tiene su mundo, su copa, su “yo”, y que TODO esta incluido en este “yo”. No existe sujeto y objeto, solo sujeto, pero ese sujeto es TODO. Tú y yo somos uno a pesar de las aparentes diferencias que nos llevan a conflictos y desacuerdos.
Claro, estamos hablando a un nivel de Realidad Absoluta. Tenemos que cargar la cruz de ver las cosas de una manera y saber que son de otra. Esta es la “doble vida” que vive el practicante del zen. No existe en el universo nada que no sea “yo”.
El vacío es, pues, la “no” existencia de las cosas del mundo APARTE E INDEPENDIENTES de todo lo demás. No se niega, desde luego, su existencia, se niega su esencia permanente e independiente, de eso es que están “vacías”.
Decía Nagarjuna, el gran filosofo indio del siglo 2, que los niños crecen porque “son vacíos”, si no lo fueran estarían estáticos, tal como los vemos permanentemente, y no crecerían. Los niños son impermanentes, como todo lo demás, y su existencia esta basada en causas y condiciones que los llevan a crecer, vivir y morir, como todo lo demás. Esa es la realidad última.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Las cuatro Nobles Verdades

El mensaje de Buda es sencillo…comienza y termina con sus cuatro Nobles Verdades:
“1. La primera Noble Verdad es dukkha, la naturaleza de la vida es sufrimiento.
2. La segunda Noble Verdad es el origen de dukkha, el deseo o "sed de vivir" acompañado de todas las pasiones y apegos.
3. La tercera Noble Verdad es la cesación de dukkha, alcanzar el Nirvana, la Verdad absoluta, la Realidad última.
4. La cuarta Noble Verdad es el Sendero que conduce al cese del sufrimiento y a la experiencia del Nirvana.”
¿En qué nos atañe todo esto a nosotros, hoy?¿ Nuestra experiencia de zazen nos explica algo sobre esto?
Uchiyama, Roshi, nos dice que el zazen es “nuestro ser completo realizándose a si mismo”. Sin miramientos ni falsedades. La vida manifestandose directa y pura, sin engaños ni “juguetes”. ¿Juguetes? Diversiones y entretenimientos proyectados por una mente que no resiste el “sufrimiento” de mirarse a si misma, sin muletas.
Durante el zazen somos libres, deponemos la confusión y la ilusión de poder “armar” una estructura que nos convenza de que somos algo permanente y sólido…¡la primera Noble Verdad! La segunda Noble Verdad se manifiesa cuando desarrollamos la neurosis fundamental de proyectarnos como algo diferente al mundo: El mundo y yo.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Thomas Merton y el zen (Monje cistercience - 1915-1968)

También en la mística cristiana (como medio de llegar a Dios) podemos encontrar experiencias de la ‘pobreza y el vacío de la mente’ muy semejantes y (a veces hasta coincidentes) como las que sobre el zen nos explican Merton y el Dr. Suzuki: Sabe que cuanto más el alma se desnuda tanto más se va adentrando en la interior soledad y tanto más queda de Dios vestida; y cuanto más el alma queda sola y vacía de sí misma tanto más el divino espíritu la llena. (Guía Espiritual de Miguel de Molinos. L. III, 116).Visión cristiana del zen. Volviendo de nuevo al estudio que desde el punto de vista cristiano hace Merton del zen, encontramos que el místico escritor cisterciense (con los previos razonamiento propios del asunto) viene a decirnos que, a su entender, el zen tiene mucho que decir no sólo al cristiano sino al hombre moderno en general: No es dogmático, sino concreto, directo, existencial y, sobre todo, se ocupa de la vida misma, no de ideas sobre la vida, y menos aún de plataformas partidarias en terreno político, religioso, científico o cualquier otro (...) Ahora bien, el gran obstáculo para la comprensión mutua de cristianos y budistas reside en la tendencia occidental a enfocar, no ya la experiencia búdica, que es esencial, sino su explicación que es accidental, y que el propio zen considera por completo trivial e incluso engañosa.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Amanecer en zazen

El despertador del celular anuncia que son las 6:00 am. Perezosamente nos quitamos la colcha de encima y nos echamos un poco de agua helada en el rostro. Luego al zendo para iniciar el dia. Entre los pinos se filtra apenas algo de resplandor. Se escuchan algunos gallos cantar, primero timidamente, luego mas fuerte. Compiten con ellos algunas aves que tambien desean dar la bienvenida al dia. El termometro me enseño en su pantallita el numero 19 (grados), y un alto grado de humedad. El manto tibetano de meditacion sobre los hombros me resuelve el tiritar del frio en el pecho y la espalda. Enciendo el velon del altar y un trozo de incienso. Hago la reverencia de rigor, no a la estatua sobre el altar, sino a lo que sera mi zazen como expresion de la busqueda del despertar que reside en algun lado de mi ser. Este ser despierto (Buda) que ya soy encontrara, si lo cultivo, la forma de manifestarse en mi vida. El ser confundido y extraviado que soy de alguna manera se ha de disolver, aunque sea durante la media hora del zazen. Comienzo la marcha del medidor de tiempo de Radio Shack, que me permite olvidarme del tiempo, doy tres campanadas del pequeño "gong" japones, asumo la posicion correcta para el zazen y tambien doy la bienvenida al nuevo dia.

Zazen

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Dogen Zenji escribe acerca de zazen:
"Siéntate firmemente en concentración y piensa no-pensando. ¿Como hacer esto? ¡Deja pasar los pensamientos! Este es el arte de zazen. No es aprender a meditar. Es la puerta del Dharma de la gran tranquilidad y felicidad. Es la práctica-realización sin profanar."

Aunque zazen está descrito aquí como la puerta de la gran tranquilidad y felicidad, muy a menudo sentirás dolor, fatiga, enfado, deseo, avaricia, adormecimiento, aburrimiento, frustración, desespero y otros pensamientos aleatórios. ¡Déjalos pasar a todos!.
Si no te sientas con la determinación de morir, no serás capaz de encontrar el camino de zazen. Cuando no te apoyas sobre nada–ni en tu vida–estarás solamente perdiendo el tiempo.
No luches, ríndete a la postura. Si intentas HACER zazen, zazen se alejará. Si lo abandonas todo a la postura sentada, zazen se manifestará naturalmente, automáticamente. Zazen no debe ser una herramienta para ti, tienes que abandonarte a ti propio para que zazen se realice naturalmente.


Sawaki Kodo Roshi, antiguo abad de Antaiji, dijo simplemente:
"¡Zazen no te llevará a ninguna parte!"