viernes, 21 de octubre de 2011

El Cuerpo Total del Tathagata


Honramos al Tathagata porque es verdad él mismo. Mostramos nuestro respeto con flores e incienso, exponiendo, leyendo, cantando, copiando los sutras.  El mundo de los seres humanos, del océano, del espacio, todo lo dicho, es shoho jisso, el verdadero estado de todos los elementos.  Esto significa que la variedad del mundo de todos los fenómenos o cosas, expresa la verdad eterna y universal".
Shogogenzo, Teisho # 65.

jueves, 20 de octubre de 2011

LA RISA

La gente se ríe de los demás, pero nunca se ríe de sí misma.  Deben aprender a hacerlo.  Si puedes reírte de ti mismo, la seriedad desaparece.  Si eres capaz de reírte de ti mismo, la seriedad no podrá morar dentro de ti.
En los monasterios zen, los monjes tienen que reír.  Lo primero que han de hacer por la mañana es reír; lo primero.  En el instante en que el monje se da cuenta de que ya no está dormido, ha de saltar de la cama, ponerse en actitud de bufón, como un payaso de circo, y ha de empezar a reír, a reírse de sí mismo.  El día no puede comenzar mejor.
Reírse de sí mismo mata al ego; y cuando te mueves en el mundo, te vuelves más transparente, más ligero.  Si te has reído de ti mismo, no te molestará que los demás se rían de ti.  De hecho, simplemente están cooperando, están haciendo lo mismo que tú estabas haciendo.  Aprende a reírte de ti mismo, de tu seriedad y cosas así. Puedes ponerte serio respecto a la seriedad; entonces, en vez de una enfermedad, habrás creado dos.  Entonces puedes ponerte serio también por eso, y seguir y seguir.  Nunca acaba; puede continuar ad nauseam.
Por lo tanto, toma las riendas desde el principio.  En el momento en que te sientas serio, ríete y observa en ti dónde está esa seriedad.  Ríete, deja que surja una buena carcajada, cierra los ojos y observa dónde está.  No la encontrarás.  Solamente existe en aquél que no puede reír.
No se puede imaginar una situación menos afortunada, no puede concebirse a un ser más pobre que aquél que es incapaz de reírse de sí mismo.  Así que comienza la mañana riéndote de ti mismo y cuando encuentres un momento durante el día en el que no tengas nada que hacer, suelta una buena carcajada… sin ningún motivo, simplemente porque el mundo entero es absurdo, tan sólo porque la manera en que eres es absurda.  No es necesario encontrar ninguna razón especial.  Todo el asunto es tan absurdo que uno se ha de reír.
Deja que la risa nazca del vientre, no de la cabeza.  La risa puede venir de la cabeza; entonces está muerta.  Todo lo que proviene de la cabeza está muerto; la cabeza es absolutamente mecánica. Puedes reír desde tu cabeza; entonces, tu cabeza creará la risa, pero ésta no llegará a lo profundo del vientre, el hara.  No se extenderá hasta los dedos de los pies, no se extenderá por todo tu cuerpo. Una verdadera risa es como la risa de un niño.  Observa su vientre sacudirse; todo su cuerpo vibra con él; quiere revolcarse por el suelo.  Es cuestión de un compromiso total.  Ríe tanto que empieza a llorar; ríe tan profundamente que la risa se convierte en lágrimas.  Las lágrimas brotan de sus ojos. La risa debería ser profunda y total.  Ésta es la medicina que prescribo para la seriedad.
Te gustaría que te proporcionara una medicina seria, pero eso no te servirá.  Has de ser un poco tonto.  De hecho, el clímax de la sabiduría siempre conlleva algo de necedad; los hombres más sabios del mundo fueron también los tontos más grandes.
Puede que te sea difícil entenderlo.  Eres incapaz de imaginarte que puedan ser tontos, porque tu mente siempre lo divide todo: un sabio nunca puede ser tonto y un tonto nunca puede ser sabio.  Ambas actitudes están equivocadas.  Ha habido grandes necios que fueron muy sabios.
Antiguamente, en la corte del rey, había un gran tonto; el bufón de la corte.  El bufón equilibraba las cosas, porque demasiada sabiduría puede resultar absurda, el exceso de lo que sea puede resultar absurdo.  Era necesario alguien que hiciera descender las cosas nuevamente a la tierra.  En la corte de los reyes el tonto era necesario para ayudarles a reír; de lo contrario, la gente sabia tiende a ponerse seria. Y la seriedad es una enfermedad.
Con la seriedad pierdes toda proporción, toda perspectiva.  Así que en la corte de los reyes había un bufón, un gran tonto, que con su charla y sus gestos distendía cualquier situación.
He oído una historia…
 
Un emperador tenía un bufón.  Un día el emperador se estaba mirando en el espejo.  El bufón llegó, saltó, y le golpeó con los pies en la espalda.  El emperador cayó contra el espejo.  Naturalmente, estaba muy furioso y le dijo:
-A menos que para tu estúpido comportamiento me des un motivo aún más criminal que el acto mismo, serás sentenciado a muerte.
El bufón le contestó:
-Mi señor, nunca pensé que fueras tú el que estaba aquí.  Creía que era la reina la que estaba aquí.
 
Tuvo que ser perdonado, porque ofreció una razón que era aún más estúpida. Pero para encontrar una razón así, el bufón debió de haber sido muy sabio.

LA ESPERANZA

En una visión distinta y contudente de la esperanza, Pema Chodron, dice:
“Mientras seamos adictos a la esperanza sentiremos que podemos matizar nuestra experiencia, o animarla, o cambiarla de alguna manera, y seguiremos sufriendo mucho. La esperanza y el miedo surgen del sentimiento de que estamos incompletos, surgen del sentimiento de pobreza. No podemos relajarnos en nosotros mismos sin más. Nos aferramos a la esperanza y esta nos roba el momento presente.Puedes poner la frase `Abandona la esperanza´ en la puerta de tu frigorífico, en lugar de otras aspiraciones más convencionales como`Voy a mejorando cada día de todas las formas posibles´

miércoles, 28 de septiembre de 2011

viernes, 2 de septiembre de 2011

New York Street Retreat

September 22 – 25, 2011


A street retreat is a plunge into the unknown. An opportunity to go
beyond our imagined limits. A chance to see beyond our small selves,
to begin to eliminate the barriers. It's the barest poke at
renunciation.

Our group will be together almost all of the time, breaking into packs
for short times during the day and always secured by buddies. We will
meet twice a day for meditation, liturgy, and council.

Partial time participation is not an option. You can only join for the
entire retreat.

We will meet at Washington Square Park, on Thursday September 22nd at
3:00PM.  The retreat will end on Sunday the 25th by noon.

The retreat will be led by Roshi Grover Genro Gauntt, of the Hudson River Zen Center, the Peacemaker Institute and the Zen Peacemakers.

Full details, including guidelines, logistics, and raising money for
the retreat:

Jiryu Davis's recollections of last year's NYC retreat:

To RSVP for the retreat, email Jiryu: ajdavis@cs.oberlin.edu




--
Mailing Address:
Hudson River Zendo
5443 Palisade Ave.
Bronx, NY
10471

Zendo Address
23 Park Avenue
Yonkers, New York

martes, 30 de agosto de 2011

sábado, 6 de agosto de 2011

La Naturaleza de la Mente

La naturaleza de Tathata, o la Mente “tal cual es realmente”, no se puede “transmitir”, como si fuera algo que se logre traspasar de una persona a otra. Es sólo a través de la propia realización que se puede identificar, o tener la vivencia, de haberla realizado.
¿Cómo se pueden transmitir las nubes o la lluvia? La práctica del zen concierne la paradoja de la Mente que despierta a sí misma. Siempre la hemos tenido, ha existido siempre, todos la tienen, pero no es realizada sin mucho esfuerzo.
El impedimento es la construcción ilusoria de una pared a la que llamamos “yo”. Éste fantasma ilusorio que divide el mundo en “dharmas”, cosas fuera e independientes de mi, se yergue en el camino e impide que veamos más allá.
En realidad, no existe ninguna “transmisión”, en la tradición zen se utiliza el término  como un caramelo para animar las almas frágiles y titubeantes, al igual que la supuesta “iluminación” que se busca sin jamás ser encontrada.
Cuando nos damos por vencidos de tanto buscar, de repente, un día cualquiera, sin esperarlo, alcanzamos a vislumbrar la cola del buey.
Por la esquinita del ojo, como un guiño fatuo, percibimos “algo” que no estaba allí antes.    
La discípula del Roshi Kapleau percibió las palmas y el mar frente a su cabaña playera como “lo mismo pero diferente”, no lo pudo expresar de otra manera.
Aquella noche de abril Shakyamuni percibió que todo el universo era él, que no había ninguna diferencia.
Alguien dirá,”¿ por qué tanto buscar?" Si lo tenemos, "¿por qué buscarlo?"
Como enseña un antiguo koan: "La brisa sopla, pero, aún así, tenemos que abanicarnos". 
No hay nada que buscar, pero si no lo buscas…no lo encontarás.