miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿Yin y Yang?



La religión como se practica en el occidente cristiano es el reflejo de la cultura de un grupo de pastores, llamados “hebreos”,  del medio oriente que históricamente produce lo que conocemos como “Judeo-cristianismo” debido a conflictos internos y externos muy violentos sobre todo con los imperios egipcio, primero,  y romano, después.
El budismo, como la mayoría de las grandes religiones de la historia humana, también nace de conflictos, terremotos sociales y luchas por el poder.  Sin embargo, por encima y subyacente a los conflictos siempre ha existido una visión no conflictiva (en casi todas las religiones, incluido el cristianismo) que busca las soluciones a la inestabilidad del ser humano y la búsqueda de una solución a sus dudas existenciales más bien en la pregunta de quiénes somos REALMENTE. Lo que da trascendencia al budismo y que recoge el zen es una visión no dualista del mundo. Una visión, por cierto, que muchos dentro de las corrientes religiosas occidentales viven y reconocen (no es un monopolio de los budistas). El problema es, fatal problema, que si vemos el mundo y, por ende, Dios, como algo que está fuera y es distinto de nosotros, entonces tenemos que atribuirle a este Dios una personalidad quizás amenazante, y el origen del mal a un ser demoníaco que nos persigue y castiga (cuando se le “pasa” a Dios hacerlo). Blanco y negro, bien y mal, todos en un eterno conflicto. Entonces existe la intuición primaria humana de que sólo si trascendemos los opuestos podemos darle sentido a la existencia.  
El zen llega a occidente disfrazado de religión, y realmente no lo es (en el sentido occidental de adoración a un dios) todo basado en rituales y formulaciones heredadas de las culturas que lo han acogido y cultivado a través de la historia.
Realmente el zen es una ruptura con una concepción del mundo que nos agobia y aprisiona.  Es una liberación de un sentido falso del "yo", que excluye todo lo demás y nos aísla del mundo, creando, precisamente, un mundo de opuestos. Faltan el yin y el yang, la fusión de los opuestos, una genialidad taoísta: la diferencia dentro de la identidad.
El mensaje es que YO soy todo y TODO soy yo. No vivo la vida como un YO aislado, frustrado, codicioso, neurótico, sino como el TODO viviéndose a sí mismo. Es la esencia de la libertad.
Es el mensaje de los místicos (fusión con Dios), los Sufis, los chamanes, los amerindios, los cabalistas hebreos, los Quáqueros… Un segmento generalmente despreciado y combatido por las huestes dualistas.  No hay hogueras suficientes para todos.
Es una continuidad donde todo lo que ocurre  es simple ilusión en un enorme juego de espejos que nuestra mente interpreta (porque es así que le puede dar sentido) como la vida de un YO imaginario y separado de todo.
La práctica del zen nos coloca al borde del abismo desde el que podemos observar la realidad y no temerle a saltar.
En nuestro interior es ESTO lo que anhelamos y sabemos que nos falta: volvernos a completar en una unión con...¿Dios?
No es que el mundo cambie, o Dios, es que yo, como protagonista de mi vida elimino las barreras que me separan del mundo y veo que lo que está ahí fuera en realidad soy YO, dado que todo pasa por mi mente y ésta incluye todo lo que percibo y siento. Mi vida en su sentido más amplio son las vivencias que he tenido en un escenarios que, como es “mente”, y ésta no se destruye jamás, seguirá aún después de agotada mi existencia.  

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sábado, 13 de octubre de 2012

¿Qué es el zazen?



    1. MENTE ORIGINAL: Reestablecernos en nuestra mente original del bebé recién nacido. ANTES de los años de programación a que nos somete nuestro entorno social, familiar y cultural. A través de la infancia, pubertad y adolescencia ocurre una programación “neurolingüística” que consiste de hábitos, costumbres, creencias religiosas, mitos, prejuicios, opiniones, apegos, odios, rencores, complejos de culpa, engreimientos, etc.
El zazen es una herramienta física y mental de desprogramación  que nos ayuda a restablecer nuestra claridad mental a partir de los cual podemos escoger nuestro comportamiento: “desaprender” rituales sociales y mitos que nos agobian y que constituyen los barrotes de nuestra prisión.
2.       VIVENCIA DEL PRESENTE: nuestra vida es una vivencia de un eterno presente pero que obnubilamos por una ceguera inculcada ofuscada por la intromisión de las programaciones del pasado, disgusto con ese presente y una vana búsqueda de un futuro que es una tenue quimera.
3.       DISCIPLINA: Si invertimos el tiempo y el esfuerzo requerido, el zazén convierte nuestra vidas de una vana lucha con nuestra idea de lo que debe ser a una visión perfecta de la realidad de cada momento, con la necesidad de ejercer toda nuestra fuerza de voluntad en dirección de un comportamiento guiado por nuestra naturaleza original, antes de formarse nuestro ego, para beneficio de toda la existencia.
4.       DIOS: Encontrar en nosotros lo divino de la existencia antes de que la idea de Dios sea convertida en otro mito distorsionador de nuestra visión del mundo.





·         NOTA: Zazen es la forma japonesa de la expresión china 坐禅 (zuòchán en pinyin, o tso-chan), que significa "meditar sentado" (Za=sentarse, Zen=meditación).


 


sábado, 6 de octubre de 2012

Hsin Hsin Ming - Versos sobre la Ment




Jianzhi Sengcan (3er. Patriarca chino( 僧璨) (m. 606 E.C.)

El Gran Camino no es difícil
para los que no tienen preferencias.
Cuando amor y odio están ambos ausentes
todo torna claro y no disimulado.
Sin embargo, si haces la menor distinción
cielo y tierra se separan hasta el infinito.
Si deseas ver la verdad
no te aferres a ninguna opinión a favor o en contra.
Enfrentar lo que uno quiere a lo que uno no quiere
es la enfermedad de la mente.
Cuando el significado profundo de las cosas no es entendido
la paz esencial de la mente es perturbada sin límite.
El Camino es perfecto como el vasto espacio
dónde nada falta, ni nada sobra.
Es verdaderamente nuestra elección aceptar o rechazar
que no vemos la verdadera naturaleza de las cosas.
Vive, ni en la maraña de las cosas externas,
ni en las sensaciones internas de vacío.
Se sereno en la unidad de las cosas
y esas visiones erróneas desaparecerán por si solas.
Cuando intentas parar la actividad para alcanzar la pasividad
tu propio esfuerzo te llena de actividad.
Mientras permanezcas en un extremo u otro
no conocerás la Unidad.
Los que no viven en el camino de la unidad
caen en ambos, actividad y pasividad,
afirmación y negación.
Negar la realidad de las cosas
es perder su realidad,
afirmar el vacío de las cosas,
es perder su realidad.
Cuanto más hablas, y piensas sobre ello,
más te alejas de la verdad.
Para de hablar y de pensar,
y no hay nada que no serás capaz de conocer.
El volver a la raíz es encontrar el sentido,
Pero perseguir apariencias es perder la fuente.
En el momento de la iluminación interior
Hay un ir más allá del vacío y de las apariencias.
Los cambios que parecen ocurrir en el mundo “vacío”
Los llamamos reales, sólo por nuestra ignorancia.
No busques la verdad,
sólo deja de apegarte a tus opiniones.
No permanezcas en el estado dualístico
evita ese tipo de pensamientos con cuidado.
Aunque sólo haya un rastro
de esto y de lo otro, de bien y de mal,
la Mente-esencial se perderá en confusión.
Aunque todas las dualidades provengan del Uno,
no te apegues ni a este Uno.
Cuando la mente existe inalterada en el Camino,
nada en el mundo puede ofender,
y cuando algo ya no puede ofender,
deja de existir en su antigua forma.
Cuando no surgen pensamientos discriminantes,
la vieja mente deja de existir.
Cuando los objetos mentales desaparecen,
el sujeto pensante desaparece,
como cuando la mente desparece, los objetos desaparecen.
Las cosas son objetos por el sujeto (la mente)
la mente (sujeto) es tal, por las cosas (objetos).
Entiende la relatividad de estas dos
y la realidad básica : la unidad del vacío.
En este Vacío los dos son indistinguibles
y cada uno contiene en él, el mundo entero.
Si no discriminas entre grueso y fino
no serás tentado por prejuicios y opiniones.
vir el Gran Camino
no es ni fácil, ni difícil,
pero los que tienen visiones limitadas
son temerosos e indecisos,
cuanto más prisa se dan, más lentos van,
y el apego no puede ser limitado ;
incluso el apegarse a la idea de la iluminación
es extraviarse.
Simplemente deja que las cosas sean a su manera
y no habrá ni idas, ni venidas.
Obedece a la naturaleza de las cosas (tu propia naturaleza),
y caminarás libre e inalterado.
Cuando el pensamiento está en cautiverio, la verdad es escondida,
ya que todo es oscuro y poco claro,
y la pesada práctica de juzgar
trae disgustos y preocupaciones.
Qué beneficio puede derivarse
de distinciones y separaciones ?
Si deseas avanzar en el Camino de la Unidad
que no te desagrade incluso el mundo de los sentidos y de las ideas.
En verdad, aceptarlos plenamente
es idéntico a la verdadera Iluminación.
El sabio no persigue ninguna meta
pero el necio se encadena a sí mismo.
Existe un Dharma, no muchos;
las distinciones surgen
de los apegos del ignorante.
Buscar la Mente con la mente (discriminante)
es el mayor de todos los errores.
Descanso y agitación derivan de la ilusión;
con la Iluminación, no hay me gusta, no me gusta.
Todas las dualidades vienen de inferencias ignorantes.
Son como sueños o flores en el aire :
es de locos tratar de agarrarlos.
Pérdida, ganancia, bien y mal :
estos pensamientos deben finalmente, ser abolidos de una vez.
Si el ojo nunca duerme,
todos los sueños cesarán de forma natural.
Si la mente no hace discriminaciones,
las diez mil cosas
son como son, de única esencia.
Entender el misterio de esta esencia de la Unidad
es ser liberado de todos los enredos.
Cuando todas las cosas son vistas por igual
la eterna esencia del Ser es alcanzada.
Comparaciones o analogías no son posibles,
en este estado carente de causas y relaciones.
Considera al movimiento como quieto
y a lo quieto, en movimiento,
ambos, movimiento y descanso, desaparecen.
Cuando estas dualidades dejan de existir
incluso la Unidad no puede existir.
En esta finalidad última
no hay ley, ni descripción que se puedan aplicar.
Para la mente unificada en acuerdo al Camino
cesan todas las luchas alrededor del yo.
Dudas e irresoluciones se desvanecen
y la vida en verdadera fe es posible.
De un sólo golpe somos liberados de todo cautiverio;
nada se agarra a nosotros y no nos apegamos a nada.
Todo está vacío, claro, auto-iluminándose,
sin que se ejerza el poder de la mente.
Aquí el pensamiento, las sensaciones, el conocimiento y la imaginación
no tienen valor.
En este mundo de talidad
no hay ni yo, ni otra cosa que yo.
Para entrar directamente en harmonía con esta realidad
simplemente dí cuando surgen las dudas, “No dos”.
En este “no dos” nada está separado,
nada excluido.
No importa cuando o dónde,
Iluminación significa acceder a esta verdad.
Y esta verdad está más allá de una ampliación o
una disminución, en tiempo o en espacio;
en un sólo pensamiento hay diez mil años.
Vacío aquí, Vacío allá,
pero el universo infinito se mantiene
siempre ante tus ojos.
Infinitamente grande e infinitamente pequeño;
no hay diferencia, ya que las definiciones se han desvanecido
y no se ve frontera alguna.
Lo mismo que con el Ser y el no-Ser.
No pierdas el tiempo en dudas y discusiones
que no tienen nada que ver con esto.
Una cosa, todas las cosas :
se mueven juntas y se entremezclan,
sin distinción.
Vivir en esa realización
es estar sin ansiedad acerca de la no-perfección.
Vivir en esa fe es el camino a la no dualidad.
Porque lo no-dual es uno con la mente que confía.
palabras !
El Camino está más allá del lenguaje,
Porque en él hay
no ayer
no mañana
no hoy.