miércoles, 5 de agosto de 2009

ALGO NO NACIDO



“Discípulos, existe un mundo en que no hay tierra ni agua, fuego ni aire; no existe el espacio infinito, ni la consciencia infinita, ni la nada, no hay percepciones ni no-percepciones. En ese mundo no existe ni este mundo ni otro, ni el sol o la luna. No le llamo ni un llegar ni un irse, ni un estar quieto; no hay muerte, ni nacimiento, existe sin fundamento, cambio o estabilidad. Discípulos, es el fin del dolor.

Para lo que se aferra a otro, existe la regresión. Pero cuando no existe el apego, no hay regresión. Donde no existe la regresión, y cuando existe la tranquilidad, no existe el deseo obsesivo. Donde está ausente el deseo obsesivo, no hay ir ni venir, y allí donde han cesado el ir y venir no existe la muerte , ni el nacimiento, y, donde han cesado la muerte y el nacimiento, no hay ni ésta vida ni la vida eterna, ni nada en el medio – es, discípulos, el final del sufrimiento.

Y, sin embargo, existe el sin-origen, no nacido, no creado, no formado. Si este sin-origen, no nacido, no creado, no formado no existiera, no existiría la liberación para todo aquello que tiene un origen, o nacimiento, es creado, o es formado. Pero, dado que existe un sin-origen, no nacido, no creado, no formado, la liberación es posible para todo lo que tiene un origen, es nacido, es creado y formado.”

Buda

jueves, 23 de julio de 2009

ILUMINACIÓN DEL MAESTRO DOGEN



Dogen estaba practicando zazen en el oscuro y silencioso zendo. Era muy temprano, cerca de las tres de la madrugada, según las crónicas. En la quietud del zendo el maestro Rujing echó un tremendo grito a uno de los discípulos: “¡Cuando estudias con un maestro, debes dejar caer el cuerpo y la mente! ¿De qué te sirve un intenso y concentrado sueño?”
El grito de Rujing no constituía una expresión muy profunda, pero Dogen estaba listo y predispuesto. Su cuerpo y su mente estaban maduros. Estaba sentado justo al lado del durmiente, y de pronto sus dudas se desvanecieron y obtuvo un gran y profundo despertar.
Inmediatamente Dogen se dirijió a la habitación de su maestro y ofreció incienso. Rujing lo observó y quiso profundizar preguntando qué ocurría. Dogen respondió: “¡El cuerpo y la mente se han caído!” Rujin respondió: “El cuerpo y la mente se han caído. Ahí están el cuerpo y mente caídos.”
Dogen no estaba seguro de qué responder, y contestó: “ Puede ser sólo una condición temporal, no me apruebes apresuradamente.”
Sin titubeos, Rujing espetó:” No lo hago.”
“Cuerpo y mente caidos” está colocado en un ámbito en que no existen doctrinas ni maravillas , nada seguro ni misterios. Sólo significa: “cuando miras, no ves ni una sola cosa.”

viernes, 17 de julio de 2009

Genjo-koan (La realización del asunto fundamental)






Por Dogen Zenji - Maestro de todos nosotros

Cuando todos los darmas son Buda-darma, hay iluminación y engaño, vida y muerte, budas y creaturas. Cuando los diez mil darmas carecen del yo, no hay engaño, ni iluminación, ni budas, ni creaturas, ni vida ni muerte. El camino de Buda trasciende la existencia y la no existencia, y por ello hay vida y muerte, engaño e iluminación, creaturas y budas.

Sin embargo, las flores caen, causando apego, y la mala yerba crece, suscitando odio.

Cargar con el yo y realizar los diez mil darmas, es engaño. El que los diez mil darmas avanzan y realizan el yo, es iluminación.

Son los budas quienes iluminan el engaño.Son las creaturas quienes se engañan en la iluminación.

Además, hay quienes están iluminados por encima de la iluminación, y hay quienes se engañan dentro del engaño.

Cuando los budas son verdaderamente budas, no necesariamente saben que son budas. Sin embargo, uno mismo es el Buda realizado y avanza más en la realización de Buda.

Al ver formas con mente-y-cuerpo entero, al oír sonidos con mente-y-cuerpo entero, uno los entiende íntimamente. Pero a diferencia del espejo con reflejos y del agua bajo la luna, cuando un lado está iluminado, el otro est oscuro.

Estudiar el Camino de Buda es estudiar a sí mismo. Estudiar a sí mismo es olvidarse de sí mismo. Olvidarse de sí mismo es ser iluminado por los diez mil darmas. Ser iluminado por los diez mil darmas es estar libre del cuerpo-mente de uno mismo y de los de otros. No queda rastro de iluminación, y esta iluminación sin rastro sigue para siempre.

Cuando al principio uno aspira al darma, se encuentra lejos de la morada dármica; pero al transmitirse el darma cabalmente a sí mismo, uno es, al instante, su yo original.

Al viajar en un barco, si uno observa la costa, puede suponer que la costa se desplaza. Pero, observando el barco directamente, uno sabe que es el barco que se desplaza. Si uno examina los diez mil darmas con su mente-cuerpo engañado, supondrá que su mente y la naturaleza son permanentes. Pero si uno practica íntimamente y regresa al verdadero yo, le será claro que los diez mil darmas carecen de un yo.

La leña se hace ceniza y no vuelve a ser leña otra vez. Pero no debes suponer que la ceniza es después y la leña antes. Debemos darnos cuenta que la leña se encuentra en el estado de ser leña, y que tiene su antes y su después. No obstante, a pesar de este pasado y futuro, su presente es independiente de ambos. La ceniza se encuentra en el estado de ser ceniza y tiene su antes y su después. Del mismo modo que la leña no se hace leña otra vez después de hacerse ceniza, después de la muerte uno no vuelve a la vida de nuevo. Por tanto, el que la vida no se convierte en la muerte es un hecho absoluto del Buda-darma. Por esta razón, la vida se llama lo no nacido. El que la muerte no se convierte en la vida es la vuelta que el Buda da a la rueda dármica confirmada. Así, la muerte se llama lo no extinguido. La vida es un período por sí misma y la muerte es un período por sí misma. Son, por ejemplo, como el invierno y la primavera. No pensamos que el invierno se convierte en la primavera, ni decimos que la primavera se convierte en el verano.

Realizar la iluminación es como la luna que se refleja en el agua. La luna no se moja ni el agua se perturba. Aunque su luz es extensa y fuerte, la luna se refleja hasta en un charco de una pulgada de ancho. Toda la luna y todo el cielo se reflejan en una gota de rocío en el pasto, en una gota de agua. La iluminación no perturba a la persona, así como la luna no perturba el agua. Una persona no obstaculiza la iluminación, así como una gota de rocío no obstaculiza la luna en el cielo. El grosor de la gota es la altura de la luna. En cuanto a la duración del reflejo, debes examinar la vastedad o la pequeñez del agua, y debes discernir la brillantez o la obscuridad de la luna celeste.

Cuando el darma no llena nuestro cuerpo-y-mente, creemos tener suficiente. Cuando el darma llena nuestro cuerpo-y-mente, nos damos cuenta que algo hace falta. Por ejemplo, cuando miramos en las cuatro direcciones desde un barco en el océano donde no avistamos tierra, el mar se ve circular y nada más. No son aparentes otros aspectos. Sin embargo, este océano no es redondo ni cuadrado, la variedad de sus cualidades es infinita. Es como un palacio, como una joya. Parece ser circular según el alcance de nuestros ojos en ese momento. También son así los diez mil darmas. Aunque la vida secular y la vida religiosa tienen muchos aspectos, sólo reconocemos y entendemos lo que puede alcanzar el poder de nuestra vista penetrante. Para poder apreciar los diez mil darmas, debemos saber que, aunque a veces parecen redondas o cuadradas, las demás cualidades de los océanos y las montañas son de una variedad infinita, además de que en todas partes existen otros universos. Es así, no sólo en nuestro derredor, sino también aquí mismo, aun en una gota de agua.

Cuando un pez nada en el océano, el agua es ilimitada, por muy lejos que nade. Cuando una ave vuela por el cielo, el aire es ilimitado, por muy lejos que vuele. Sin embargo, desde el inicio no ha habido pez o ave alguna que haya dejado su elemento. Cuando la necesidad es grande, el elemento se aprovecha en grande. Cuando la necesidad es reducida, el elemento se aprovecha de manera reducida. Por esto, ninguna creatura desaprovecha su totalidad. Dondequiera que se ponga, no deja de cubrir el terreno. Si una ave abandona el aire, morir en seguida. Si un pez abandona el agua, morir en seguida. Que se sepa, pues, que el agua es vida, que el aire es vida. El ave es vida y el pez es vida. Vida es el ave y vida es el pez. Más allá de estas implicaciones y ramificaciones, no hay otras.

Ahora bien, si una ave o un pez tratan de llegar al límite de su elemento antes de moverse en él, esta ave o este pez no hallarán su camino ni su lugar. Al realizar tal lugar, la vida cotidiana es la realización de la realidad absoluta (genjokoan). Como el lugar y el camino no son grandes ni pequeños, ni sujeto ni objeto, y como no existían antes ni est n sólo apareciendo ahora, por tanto, existen así. Entonces, si uno practica y realiza el Camino de Buda, al alcanzar un darma, completa un darma. Al salir uno al encuentro de una acción, practica una acción.

Ya que el lugar es aquí y el Camino conduce a todas partes, no son conocibles los límites de lo conocible simplemente porque nuestro conocimiento aparece, y practica, junto con la perfección absoluta del Buda-darma. No practiques pensando que la realización debe pasar a ser el objeto de tu conocimiento y opinión y que debe captarse conceptualmente. Si bien su logro se manifiesta simultáneamente, uno no contacta necesariamente su naturaleza íntima. Algunos la contactarán y otros no.

El sacerdote Pao-ch'e de Ma-ku shan se abanicaba. Un monje se le acercó y le preguntó: "Señor, la naturaleza del viento es permanente y no hay lugar a donde no llegue. Entonces, ¿por qué sigue usted abanicándose?" El maestro le contestó: "Aunque tú entiendes que la naturaleza del viento es permanente, no entiendes qué significa eso de su llegada a todas partes." El monje luego le preguntó: "¿Qué es el significado de su llegada a todas partes?" El maestro sólo se abanicó. El monje hizo una reverencia de profundo respeto.

Esta es la experiencia iluminada del Buda-darma y de la vía vital de su correcta transmisión. Quienes dicen que no debemos usar un abanico porque el viento es permanente, por lo que debemos conocer la existencia del viento sin usar un abanico, no conocen la permanencia ni la naturaleza del viento.

Por estar el viento presente eternamente, el viento del budismo actualiza el oro de la tierra y madura el queso del largo río.

sábado, 18 de abril de 2009

El tema de Dios...




¡Dios! Brahma, El Gran Espíritu de los Sioux, Adonai, Ahura Mazda, Elohim, Jehová, Allah, Amitabha, etc. Todos frutos del enormemente rico léxico de la humanidad. (Una amiga dice “Diosito”) Vamos a ver. Lo siguiente no tiene la intención de ser una blasfemia ya que ni es nuestro estilo ni la técnica del zen. Una blasfemia es una estupidez al cuadrado, ya que redunda en su propio perjuicio y no logra nada, reitera su contrario. Sólo tratamos de ver el asunto con el “ojo de la sabiduría”, o el “ojo” de Dios que los astrónomos han descubierto en el universo.
Ahora bien: Dios. ¿Una idea, una teoría, una proyección emocional? Lo que uno quiera, lo cual no tiene nada que ver con la existencia del Ser Supremo, ¿Ser? ¿Es decir que Dios ES? ¿ES qué? ¿Le afecta que creamos o no creamos, en El?
En el Monte grakhuta el Buda levanto una flor. ¿Sería un Loto? ¿Qué quizo decir? ¡Van 2,500 años sin que lo hayamos podido descubrir! ¿No fue Dios lo que levantó? Si no Dios, ¿quién?
Pero no es la palabra lo que nos afecta. Es la doctrina, es la IDEA. Con siglos de sedimento, de búsqueda, que nos caen encima. Lacán sabía mucho de palabras en su psicoanálisis de las verbalizaciones, y el enorme Sartre en sus “Les mots”, también, pero no dejan de ser “palabras”, símbolos de algo que parece real por tener una palabra que los designe. Nuestro inconsciente en eterno movimiento.
El zen no cree en palabras, cree en la visión directa, quizás como una vivencia o un espasmo, ¡o quizás un calambre que nos lleve a “MU”, a comprender, a ver, o despertar! Ante la pregunta sobre quién era, el Buda respondia “ Soy alguien que ha despertado”, (y acerca de Dios, no respondía).
Si queremos comprender, la sabiduría del zen nos da un koan. Un retruécano mental para curarnos de la enfermedad de la racionalidad, o del de creer que las vibraciones de nuestras meninges lo resolverán todo. La fuerza de la razón, aplicada a los secretos del Universo. Bisturí útil para todo. Remembranzas del amado Santo Tomás de Aquino. Pero el budismo zen sabe más que todo esto, sabe que la razón sólo sirve para confundirnos más, y darnos la seguridad de que sabemos, ya que la razón de la sinrazón es que el que “sabe” necesariamente ES. Un “nadie” no puede saber. Así nos confirmamos en nuestra existencia como algo innegable, y resolvemos el enigma de nuestra permanencia. Elimina de un tajo el cruento, sumergido e indecible terror de no SER nadie ni nada. De ser una mera construcción, un “collage”, pegado día a día durante toda nuestra vida: el super sufrido YO.
Dios, entonces, no ES nadie (ser alguien lo coloca de este lado como una parte ontológica del mundo y entonces no es todopoderoso porque se puede definir y la definición lo limita), no puede ser una mera palabra, ni una idea, las ideas son sólo eso: ideas nada más.
Entonces, tratemos con un koan para darle oportunidad al maestro Joshu de hacer un impacto. Se trata del maestro del supremo koan MU: ¿Tienen los perritos naturaleza búdica? Respuesta: MU (no). Ese MU debe alojarse en nuestra garganta al rojo vivo y no lo podemos desalojar ni tragar. Hasta que estalla.

Trabajemos con un koan que nos despierte:

KOAN DE DIOS

Pregunta: ¿Cómo era el rostro de Dios antes de la creación?

Treinta bastonazos si respondes.
Treinta bastonazos si no respondes.

Basta sentarnos en zazén y concentrarnos en esa pregunta y quizás en treinta años (¿quién tiene prisa?) sabremos lo que es Dios, con mucho esfuerzo. Quizás porque lo habremos visto directamente.

Para ayudarnos en este trajín existencial de duda sobre duda y, en el fondo, vernos “nosotros” dudando, ensayemos más dudas con esta historia del maestro Bodhidharma, quien ante la pregunta del emperador Wu sobre quién era el atrevido que aparecía ante el, le contesto “No sé”, y se marchó a Shaolin a sentarse nueve años en zazén. Y de ahí la anécdota que narramos a continuación (también un koan):

“Bodhidharma estaba sentado cara a la pared. El Segundo Patriarca, de pie en la nieve, se cortó el brazo y dijo: “La mente de tu discípulo aún no está en paz. Te lo pido, Maestro, sosiégala.”
Bodhidharma dijo: “Tráeme acá tu mente, y la sosegaré.”
El Patriarca replicó: “He buscado la mente, pero no he sido capaz de encontarla.”
Bodidharma dijo: “Acabo de sosegártela.”

domingo, 22 de marzo de 2009

RETIRO MAESTRO JOSHU SASAKI


El maestro japonés Joshu Sasaki cuenta con 102 años de edad, pero tan activo física y mentalmente como si tuviera 70. Preside la organización internacional del Rinzai-ji de centros de práctica. Vinieron para el sesshin monjes de Canada, Puerto Rico, Estados Unidos y México. Ha sido una experiencia maravillosa. Las sesiones de Sesshin se realizan en la zona Colonial en una casa en la Calle Las Damas. Estoy muy feliz con esto. Son sesiones de silencio sentado de hasta 6 horas con intervalos de silencio caminando. Maravillosas sesiones de meditación. Somos unas 15 personas más cinco monjes y dos monjas.
El primer día tuvimos una conferencia con Sasaki. Sentado con su vestimenta de monje color tierra y un largo bastón negro en la mano hablaba quedamente desvelando las enseñazas del Buda sobre el ser.
Entre otras cosas hablo de la distensión y de la contracción del ego. Distensión del ego cuando uno se convierte en una persona que solo piensa y habla del Yo. Yo, yo, yo esto, yo lo otro. YO soy rico, Yo soy pobre etc. Realidades que solo nos separan.
Luego comentó sobre la contracción del yo. Mientras se contrae el ego va desapareciendo. Cuando el yo no existe cuando el ego desaparece entonces somos iguales. Porque la contracción del yo produce unión y no división.
Dijo que podemos meditar y tener buenas intenciones, pero que tan pronto volvemos a la vida cotidiana volvemos a ese yo, yo, yo. Esa es la distensión en acción y la fuerza de contracción se opondrá a ella.
Insistió en la relación distensión y contracción que es lo mismo que más, más, menos (+) + (-). Fuerzas opuestas que se neutralizan convirtiéndose en 0. Es decir cero ego y ese Cero es el Amor Absoluto.
Ese estado Cero, ese estado sin ego, estado de vacío es el lugar donde se encuentra el origen de todo. Es el lugar del AMOR Absoluto.
En fin, esta experiencia íntima fue para mi inolvidable. Con sus palabras y con la paz que emanaba Sasaki tocaba las fibras más profundas de los oyentes y de inmediato incrementaba el deseo de Ser, de ponerse en contacto con ese AMOR. Llegar a Ser perder el ego lograr que las fuerzas se armonicen, que gran anhelo.
Les escribo este tipo de carta porque quiero que estén al tanto de las importantes conversaciones que tienen lugar en las reuniones que estamos teniendo en este zendo con la presencia del maestro japonés, Sasaki. Sé que por su naturaleza espiritual son de su interés.
El segundo día continuó el sesshin de 4:00 de la tarde a 10:00 de la noche.
El maestro Sasaki habló de que cuando se produce el Cero, es decir el Amor Absoluto es lo mismo que el lugar del origen de la vida, el origen de Todo o la UNIDAD.
De ese Amor que es la Unidad surge la triada que explica la vida. De ese femenino y masculino surge la vida, es decir de la fuerza equilibrada de expansión y constricción... Dice que cuando venimos al mundo la pareja no viene sola viene junto a su hijo, es entonces cuando del Amor Absoluto, de la Unidad, del cero se convierte en tres: padre, madre e hijo. No viene la madre y el padre y luego el hijo. Vienen juntos.
Insistió que los padres vienen con su hijo o hija. JUNTOS.
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Hablo también de que las parejas que se unen por Amor se separan cuando el ego de uno de ellos o de ambos ejerce una fuerza en contra del equilibrio. Donde hay uno o dos egos distendidos no hay equilibrio. Continúo diciendo que no sabemos escuchar.
Reveló que ese Cero, ese Amor Absoluto esta manifiesto en todo lo viviente, árbol, flores, piedras en fin...
Nos afirmó que si después de estas sesshin alguien sale preguntando cual es el Dharma entonces todo valió la pena.
Nos puso de tarea el koan: Cuál es el Dharma.
Tuvimos varias sesiones con Seiju, Kogan Seiju Bob Mammoser, Osho, sacerdote Zen quien es el abad del ¨Albuquerque Zen Center¨¨ en México y quien tiene como maestro directo a Sasaki. Nos puntualizó que cuando alguien nos habla, cuando nuestra pareja nos habla no estamos escuchando, solo estamos oyendo y nuestra mente mientras tanto esta pensando, mientras el otro nos habla nosotros estamos en el mundo de nuestra mente. Entonces, claro, no entendemos nada. Insistió que cuando alguien nos habla debemos estar vacíos, para recibir las ideas que nos están comunicando y luego poder entender a ese otro que nos brinda sus palabras y su sentir.
Al terminar le pregunte a Seiju , cómo trabajar el koan, le conté que mi guía, Joaquín Salazar, Sacerdote Zen Dominicano me había puesto varios Koans y que me explicaba que no lo intelectualizara, pero que yo terminaba siempre intelectualizando la respuesta. Entonces me explicó lo siguiente. Debes frente a cualquier situación que se te presente -creo que se refería a situaciones importantes o difíciles aunque no le pregunte-, ante cualquier situación debes viendo la situación en el aquí y el ahora preguntarte cuál es el Dharma de esta situación, una vez hecha la pregunta no intelectualizarla sino solo hacerla, un día cualquiera y haciendo la pregunta con sinceridad y entrega llegará la respuesta.
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El ultimo día el maestro Sasaki insistió en que los hijos y los padres vienen juntos, es decir cuando lo femenino se une con lo masculino ya en esa unión esta el hijo pues el hijo es sencillamente esa unión femenino y masculino convertido en un hijo por la fuerza del amor. Un hijo es padre y madre a la vez y el padre y madre son el hijo, no se pueden separar, es una sola cosa es la Unidad es el Todo, El Amor Absoluto. De ahí que cuando hablamos de la Triada Sagrada nos referimos a esto. Este amor sólo lo separa el ego. Pero nada es permanente y si la unión se separa un poco podrá volverse a unir. Nos es difícil a los seres humanos mantener la permanecía de un estado porque así es nuestra naturaleza. Pero con el desarrollo del nivel de conciencia entonces las cosas pueden cambiar. La triada unida es el CERO; ES UNIDAD, es EL AMOR ABSOLUTO,
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Habló además del tiempo. Eso que llamamos pasado presente y futuro no existe, es solo una convención que hemos creado los humanos por la necesidad de entender lo que no entendemos. Cuando hablamos en el mismo momento que hablamos ya se convirtió en pasado y en el mismo segundo que hablamos ya entramos en el futuro. En realidad estas tres cosas son solo UNA, Es solo CERO, entonces nosotros somos ese CERO, ESA UNIDAD. Pero como somos como Padre, Madre e Hijo somos el CERO, Somos Unidad y Amor Absoluto.
Por tanto somos tiempo. El ser humano es el tiempo. Y es de ese tiempo de ese AMOR Absoluto de donde viene todo; es el origen de todas las cosas y de todos los seres. El origen de todo es ese AMOR ABSOLUTO: igual a Padre, Madre e Hijo; igual a Tiempo., igual a la UNIDAD; igual al Origen de Todo.

Por la amiga y compañera Dra. Ofelia Berrido, reconocida escritora e intelectual.

sábado, 7 de marzo de 2009

HSIN-HSIN-MING


HSIN-HSIN-MING
Creer en la Mente - El Libro de la Nada
Sosan (tercer patriarca Zen, falleció el 606 d.C.

El Método Perfecto no conoce dificultades
Salvo que rehusa hacer preferencias;
Sólo cuando está libre de odio y amor
Se revela plenamente sin disfraz;
Basta la diferencia de un décimo de pulgada
Para que cielo y tierra se separen;
Si deseas verlo con tus propios ojos,
No fijes tu pensamiento en su favor ni en su contra.
Alzar lo que te gusta contra lo que te disgusta
Es la enfermedad de la mente:
Cuando no se entiende el profundo significado (del Método),
La paz de la mente se perturba para nada.
(El Método es) perfecto como el vasto espacio,
Con nada que falte, con nada superfluo:
En realidad, debido a que se escoge
Su talidad se pierde de vista.
No persigas las marañas externas,
Mora en el vacío interno;
Sé sereno en la unidad de las cosas,
Y (el dualismo) se desvanecerá por sí solo.
Cuando te esfuerzas por ganar la quietud, deteniendo el movimiento,
La quietud así ganada está siempre en movimiento;
Mientras te demores en el dualismo,
¿Cómo puedes realizar la unidad?
Y cuando la unidad no se entiende cabalmente,
De dos modos se soporta la pérdida:
La negación de la realidad es su afirmación,
Y la afirmación del vacío es su negación.
Verbosidad e intelección...
Cuando más les hacemos compañía, Más nos extraviamos;
Fuera, pues, con la verbosidad y la intelección,
Y no habrá lugar por donde no podamos pasar libremente.
Cuando volvemos la raíz, ganamos el significado;
Cuando perseguimos los objetos externos, perdemos la razón.
En el instante en que nos iluminamos por dentro,
Atravesamos el vacío de un mundo que nos enfrenta.
Las transformaciones que se suceden en un mundo vacío que nos enfrenta
Parecen reales en su totalidad debido a la Ignorancia;
Procura no ir en pos de lo verdadero,
Cesa tan sólo de no abrigar opiniones.
No mores en el dualismo,
Evita cuidadosamente perseguirlo;
Tan pronto tengas lo correcto y lo erróneo,
Sucederá la confusión, y la Mente se perderá.
Los dos existen por causa del Uno,
Pero no te aferres siquiera a este Uno;
Cuando la mente no está perturbada,
Las diez mil cosas no prodigan ofensa.
No se prodiga ofensa, no hay diez mil cosas;
No se produce perturbación, y ninguna mente es puesta a trabajar:
El sujeto se aquieta cuando el objeto cesa,
El objeto cesa cuando el sujeto se aquieta.
El objeto es un objeto para el sujeto,
El sujeto es un sujeto para el objeto:
Has de saber que la, relatividad de los dos
Reposa, en última instancia, en un solo Vacío.
En un Vacío los dos no se distinguen,
Y cada cual contiene en sí la totalidad de las diez mil cosas;
Cuando no se hace discriminación entre esto y aquello;
¿Cómo puede surgir un criterio unilateral y prejuicioso?
El Gran Método es calmo y longánime,
Para él nada es fácil, nada es árduo;
Los criterios pequeños son irresolutos,
Cuando más se apresuran, más lentamente avanzan.
El apego jamás se mantiene dentro de límites,
Con seguridad se va por el camino equivocado;
Abandónalo, y las cosas siguen sus propios rumbos,
Mientras la Esencia ni se marcha ni permanece,
Obedece a la naturaleza de las cosas y estarás en concordia con el Método,
Calmo, cómodo y libre de molestias;
Mas cuando tus pensamientos están atados, te apartas de la verdad,
Crecen más pesados y torpes, y para nada son sanos.
Cuando no son sanos, el espíritu se altera;
¿De qué sirve entonces ser parcial y unilateral?
Si quieres recorrer el curso del Vehículo Único,
No seas prejuicioso contra los seis objetos sensorios.
Cuando no tienes prejuicios contra los seis objetos sensorios,
Entonces eres uno con la Iluminación;
Los sabios son no-activos,
Mientras los ignorantes se atan;
Mientras en el Dharma mismo no hay individuación,
Ignorantemente se apegan a los objetos particulares.
En su propia mente que crea las ilusiones,
¿No es ésta la máxima contradicción?
Los ignorantes abrigan la idea de sosiego y desasosiego,
Los iluminados no tienen gustos ni disgustos:
Todas las formas de dualismo
Son urdidas por los ignorantes mismos.
Se parecen a visiones y flores en el aire;
¿Por qué perturbarnos en asirlas?
Ganancia y pérdida, verdad y error,
¡Fuera con ellos de una vez por todas!
Si la Mente retiene su absoluto,
Las diez mil cosas son de la Talidad única.
Cuando se sondea el hondo misterio de la Talidad,
De improviso olvidamos las marañas externas;
Cuando las diez mil cosas se ven en su unidad;
Volvemos al origen y permanecemos donde siempre estuvimos.
Olvida el origen de las cosas,
Y alcanzaremos un estado que trasciende lo análogo;
El movimiento se detiene, y no hay movimiento,
El reposo se pone en movimiento, y no hay reposo;
Cuando el dualismo no subsiste más,
La unidad misma no mora.
El fin último de las cosas donde no pueden ir más adelante
No está ligado por normas ni medidas;
En la Mente armoniosa (con el Método) tenemos el principio de la identidad,
En el que hallamos que todos los esfuerzos se aquietan;
Las dudas e irresoluciones están completamente desechadas,
Y se fortalece la fe correcta;
Nada se deja detrás,
Nada se retiene,
Todo es vacío, lúcido, y auto-iluminador;
No hay ejercicio, ni derroche de energía...
Esto es donde el pensamiento nunca llega,
Esto es donde la imaginación no logra medir.
En el reino superior de la Talidad verdadera
No hay "yo" ni "otro":
Cuando se busca la identificación directa,
Sólo podemos decir "No dos".
En ser "no dos" todo es lo mismo,
Todo lo que es, está comprendido en él;
Los sabios de los diez sectores
Entrarán todos en esta Razón Absoluta.
Esta Razón Absoluta está más allá (del tiempo)
Que se apresura y (del espacio) que se extiende,
Para ella un instante es diez mil años;
Véasela o no,
Se manifiesta por doquier en la totalidad de los diez sectores.
Las cosas infinitamente pequeñas son tan enormes
Como las cosas enormes pueden serlo,
Pues aquí no subsisten condiciones externas;
Las cosas infinitamente enormes son tan pequeñas
Como las cosas pequeñas pueden serlo,
Pues aquí los límites objetivos no se consideran.
Lo que es lo mismo como lo que no lo es,
Lo que no lo es, es lo mismo que lo que es:
Donde este estado de cosas no logra subsistir,
Ciertamente, no hay que detenerse allí.
Uno en Todo,
Todo en Uno...
Si sólo se comprendiese esto,
¡No te preocuparías más por no ser perfecto!
Donde la Mente y cada mente creyente no están divididas,
Y donde están sin dividir cada mente creyente y la Mente,
En donde las palabras fallan;
Pues no es del pasado, del presente ni del futuro.

DOGEN ZENJI


"Si no puedes encontrar la verdad ahora mismo y donde estás, ¿dónde más esperas encontrarla?" (Dogen)